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30 diciembre 2024

Brisa del levante



La brisa del levante

Envuelta viene en su prole de lisonjas,

Húmeda, a veces rota,

Entre resquebrajos de inquebrantable

Campo —en apariencia—, 

Que hoy plañe por su boca hambrienta 

Demandando chufa, dátiles o alcachofa.

Y, quizás o mejor... ¿arroz bomba?

De rapsodia a salmodia indeleble 

Devienen sus Fallas ahora, 

En busca de un pescante 

Al que asirse y convertir en clavo ardiente 

Aun rescatado del fango 

Que puebla hasta el rincón más vago. 

¿Con su incandescencia sinfónica volverán? 

¿Esas sus llamas a peinar el cielo volverán? 



23 diciembre 2024

Estrella




Dijo un pastor a su oveja:

      El Universo que nos rodea

       Suelta su tormentosa cometa

     Trasteando en su buhardilla,

       Resuelta a ‘el juego de la silla’

     Entregarse, para luego ella

     Lanzarse deprisa a por la suya:

       La más lustrosa o vanguardista,

       Aquella con la que dejar huella.

 –¿Pero cómo se llama la niña? 

 –Creo que ya sabes la respuesta. 



15 diciembre 2024

Invierno







  Infalible, te precipitas cual blanco alud, 
  Nogal de verde verdad en tus desnudeces; 
  Vaho metamorfo, andrógino a veces. Eres 
  Irreverente en tu insidiosa in... quietud, 
  Eco de realidades asentándose 
  Rodando reconvertidas en copos, 
  Nieve espesa de austeridad que 
  Olvida y sepulta... sus viejos... exvotos...  




21 noviembre 2024

Mimis...




Mis manos...

Desabridas, amanecen laceradas

A falta del contacto de tu tacto.


Mis pies...

Aletas de pez buscando confusos

Su equilibrio en el aire usurpador de su océano. 


Mis ojos... 

Aves enjutas, blancas palomas 

Con pretensión de ser águilas en tu cielo. 


Mi mente... 

Primorosa, tu advenimiento aguarda, 

Instante en que toda ilusión vuelve a la nada. 


Mi voz... 

Dulcemente, entona y te toma la palabra 

A la espera de tu faz, que todo velo desvela. 


¡Manos, pies, ojos, mente, voz! 

Sea, pues, que al Conocimiento abramos la puerta, 

Donde Todo... Es Uno. 



10 noviembre 2024

Piel de hule

 




      Por 

            mí, 

                  todo 

                                 resbala. 



21 septiembre 2024

Efímera

 




Como flor de un día, tal es de efímera la vida. 

Pétalo a pétalo cual granada se desgrana 

Doliente o risueña: de viva, apenas segundos pasan, y en naturaleza muerta inmortalizada. 

Colibrí curioso de pistilos ávido al que, de golpe, cortan las alas. 

¿Y a qué sabes, a qué hueles pues tu esencia nos colapsa? ¿Quizá a esa misma flor, mortecina ahora? 

Mas tu sabia, codiciado néctar que a los que quedan regalas, envuelve en posada de nácar 

A la espera, siempre a la espera del último viaje con destino ¿a la nada?



02 agosto 2024

Gritos en la noche






Se oyen gritos en la noche, 

Decibelios cual puñales 

Sentenciando con ecos de pasiones. 

¿O es la mente quien desvaría, 

La que se sueña volviendo a la Vida? 

Quizá no distinga realidad de ilusiones. 

Quizá despierte entre duchos tambores

Contoneando en la oscuridad estrellada, 

Como en ritual oculto, su etérea figura 

Para hallar compleción 

O, acaso, coherencia, 

Albores de miradas indiscretas, 

En ofrenda al Cénit donde habitan sus dioses... 




02 julio 2024

La intrusa y el extraño




Amaina la duda en mi calma mientras se torna atronador el silencio e intensifica las caricias de su mirada, resultando imposible de acallar.

En ese lapso temporal, del príncipe de este mundo desertora me declaro, pues en esta otra morada que considero mi hogar, donde el Amor atrae al amor, ¿cómo pueden tener cabida el miedo y la necesidad, la intrusa y el extraño?



22 junio 2024

El aullido



«¿Dónde está el alma?», verso original incluido en

la obra «Mujeres que corren con los lobos», 

de Clarissa Pinkola Estés. 





El aullido de la loba 

Es dónde está el alma

El mío, aún sin forma, 

De qué pasta se hace. 


Quizás haya huido 

En busca de un sentido: 

Ése, el de pertenencia. 


Ella camina a ciegas, 

Viste con carnes ciegas 

Para darse un capricho 

Sin tener favorito. 


Libre de ataduras, 

Atraviesa el bosque, 

De sus copas renace;  

Las ramas, su armadura 


Con que emprender sus luchas: 

La vida - muerte - vida, 

Ciclo cuyas semillas 

Va sembrando su viaje. 


¿Itinerario nuevo? 

El mismo le parece. 

Mas ella se complace, 

Joven - vieja lobuna, 

En su conocimiento 

De que de nada sirve

Ir a ninguna parte

Desnuda de sí misma. 




07 marzo 2024

Llueve





Llueve. ¡Ya quisiera que de cada una de las cristalinas gotas germinara en mí una nueva tierra todavía más hermosa! De mi interior, las que asoman son tiernas rosas con  labios cincelados expresamente para retenerlas, cual si dolientes cántaros fueran.

Y llueve, acaso, ya con disfraz de doradas lágrimas cuando es tu sol el que sobre ellas se ampara, se espeja. Pero llueve, porque el cielo se derrama en la dicha de ver que puedes... ir más allá de tus ficticias fronteras. 

Llueve... Y llueve a fin de que en tu aventura no te detengas... prosperes. Despliega las alas que sepultaste en la nieve, para que no te doliera ignorar a sabiendas que el secreto de la vida eterna lo encerraste entre sus tersos pliegues, los de una piel que antaño hasta la locura adoraste. 

Sí, en efecto, te hablo a ti, mi yo del espejo, mi yo salvaje... Y te insto a dejar de ser mi reflejo que, por torpe, a aquella piel dejó correr sin conocer muy bien dónde ubicar el norte. 

Sí, llueve, y sigue haciéndolo, porque nunca nos atrevimos a decirnos te quiero... Dos palabras, un universo, animándonos a permanecer despiertos... Destino austero, desde entonces, es quien la quebrada suerte abriga.

Llueve... un millar de alfileres que al indeciso alba prenden; agujas, por cuyo ojo se inserta y enreda mi hilo de plata...