29 enero 2016

El Amor viene llorando






 
                          Llamando,
                          siguen llamando
                          de Babilonia los pensiles 
                          que transformando,
                          van transformando
                          sus vericuetos en jardines…

                          Llamando,
                          viene llamando
                          la negra tormenta a los cristales
                          mas, golpeando,
                          va golpeando,
                          sin distinciones, a los gentiles.

                          Y es que llorando,
                          yo iba llorando
                          hasta traer llenos los barriles,

23 enero 2016

De Alma a Alma




Si de morir, pues, se trata,
mejor es morir amando;
que no hay haber más pulcro y puro...
El que marca la Baraja.

Si de sufrir, pues, se trata,
no existe oprobio más duro
que ajado hallarte en los años:
lacerante espiral liada…

Si de atajar, pues, se trata,
bien trepaba por la cepa,
bien mil pedazos la hacía
e igualaba la balanza...

Si este mal sueño se alarga,
epítome haré de esa era
que hiciste alegres mis días,
que atajar no puedo y… mata.

Si este tráfago no basta,
déjame, pues, respirarte
y así poder abrazarte
aunque sea sólo de alma a alma...







11 enero 2016

No te das cuenta








¿No te das cuenta
 de que este corazón
 sólo late ya para darme vida
y ya no bombea
para sentir lo que antes sentía?

Como un galeno soy
que sabe y bien de medicina
mas, sin embargo, capaz no es
de cura darle a su propia herida.

¿Y cuál es ésta

que desángrase de noche y día?
La misma que tú hiciste por cobardía
pues, aun amando calladamente,
haberlo hablado podías.

No me reproches, no me reprimas.
Llegaste tarde, estoy ya prometida.
Mas ahora a mí me toca

llevar la lengua bien mordida:
Ni con toda la grama del mundo,
este hecho explicar puedo.

02 enero 2016

Inseguridades




Con la tenue luz del Otoño,
por una senda danzando vamos
y por colorados castaños, rociados,
cuyas vidas a ambos inocularon.

Mas un denso muro fue el estorbo,
pues las noches fueron más noches
y la oscuridad más aún profunda,
tal que este frío a prueba pone
el Candoroso de los corazones
que para, la postre, nos confunda:

Cuando el día se apague,
sea el Dorado quien brame;
cuando aquel se encienda,
sea la Blanca quien llame.