11 enero 2016

No te das cuenta








¿No te das cuenta
 de que este corazón
 sólo late ya para darme vida
y ya no bombea
para sentir lo que antes sentía?

Como un galeno soy
que sabe y bien de medicina
mas, sin embargo, capaz no es
de cura darle a su propia herida.

¿Y cuál es ésta

que desángrase de noche y día?
La misma que tú hiciste por cobardía
pues, aun amando calladamente,
haberlo hablado podías.

No me reproches, no me reprimas.
Llegaste tarde, estoy ya prometida.
Mas ahora a mí me toca

llevar la lengua bien mordida:
Ni con toda la grama del mundo,
este hecho explicar puedo.

Así, en la ausencia de voz quedo
tras víctima haber sido
de las gélidas quemaduras de tu frialdad,
que ahuyentan todo resquicio de verdad,
la cual usaste para a mí engañar.

Si acaso vuelvo a preguntar
si cuenta no te das
de que este corazón

sólo late ya para darme vida
y no bombea pues 
para sentir lo que antes sentía…

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