Tú,
Asueto ardiente en mitad de la canícula...
Yo,
Viva llamarada que apaga ansias saciadas...
Nosotros,
Tú y yo, agua de mayo que aplaca, de agosto, sus ascuas...
Clavículas,
Su entrechoco al aire, banda sonora de nuestra película...
Tú,
Asueto ardiente en mitad de la canícula...
Yo,
Viva llamarada que apaga ansias saciadas...
Nosotros,
Tú y yo, agua de mayo que aplaca, de agosto, sus ascuas...
Clavículas,
Su entrechoco al aire, banda sonora de nuestra película...
Rebeldes con causa aparente se prodigan mis sentimientos por insospechados lugares.
Mares...
Mares que llevan y traen por doquier, de un nuevo no tan nuevo amor, sus pilares.
Fructífero desempeño si sacarlo de paseo nos convierte en seres inmortales.
¿Seremos capaces de dormir al Sueño, personado en un tal señor Morpheo?
Para ello, y así lo creo, tenenos talento.
Dicen que quien hizo la ley, hizo la trampa.
Si nuestra ley es transgredir, romper sus reglas ¿no llevará acaso la trampa nuestra marca?
¡Pasen, vean y del denuedo hagan justa gala!
Y ustedes disfruten, ya que la Vida guarda y atesora sólo un secreto:
Que así como viene, tan pronto se va...
Echado a suertes tu sentir,
Por mí fluye cual Guadalquivir.
Río de brasas inundado
En eterno sobrevivivir
De ojos incendiados
De un corazón, TU corazón,
Que nunca jamás podrá
Vivir sin mi latir.
Noche febril la nuestra,
Perdida en juego infantil
Donde son los cascabeles
Quienes doblan
En nuestro campanario de marfil.
En delineantes nos convertimos
De nuevas curvas trazadas en nuestra piel
Mientras te embriagas tú de mí
Y yo, a cambio, me sacio de ti.
¡Quiéreme, quiéreme así, virginal,
Muy en el fondo de ti!
Que como me vi, te di
Desde lo más sacro de mí...