15 octubre 2014

Abundancia y Escasez





El Sol de Mayo y su miel, 
que juntos lamen e irradian la piel
con un suave y cálido brillo 
y escurriéndose cual hiel, 
dejan paso al seco estío,

estío que 
        se aferra y
aprieta a
      su presa,

cual áspid a su infiel.

Y llegando con supremo esfuerzo,
harto ya de suspiros sin aliento,
cabalgando va el Otoño

(cual corcel)

hacia llanuras henchidas
de lágrimas secas,
a una arboleda,
que plañe
en lo más hondo de su mies.


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