05 septiembre 2015

Húmeda travesía








Dijo “un buen Sabio” un buen día
que volverán las oscuras golondrinas

Mas éstas si en bandada vuelven
será cual luminarias que alumbren la vida,
pues el mundo desova y desagua
todo un trasiego en marabunta
de incontables, infelices
e inconsolables historiando su huida,
como el agua arenas turgentes saliva:
Uno, sueña con hallar la salida;
cientos, idean novelas para dar la despedida;
miles… ¡Ay, miles! Interpretan, sin vuelta, su caída…
¿Y hasta cuando? Hasta siempre,
pues siempre ellos, hacia los confines van remando;
todos mezclados y bien pintiparados,
cual si fueran sólo un hombre acorazado.
¿Acorazado con qué? Acorazado, pues,
con su adarga de frágil entramado.

Dijo, pues, “un buen Sabio” un buen día:
volverán las oscuras golondrinas,
si bien sea una vez, ¡una sola vez!,
pa’ inundar sus corazones de mediodía…
 

02 septiembre 2015

El Pez enamorado




Mientras el cielo permanezca en blanco,
se quebrarán mis ‘espejos’ de tanto ‘llover’,
pues cuanto más quiero e intento odiarte,
más te quiero y poder quisiera querer
el ánima, imbuida por toda su desnudez;
que si Barrabás el pan del pobre robaba,

el pobre
y
mío corazón
hurtabas

cual carterista del amor que de ello se jacta
y en su plexo de esparavel me embrollaba,
convertida ya en pez.

Mientras el cielo permanezca en blanco,
turno ës de rumiar mi mayor condena
que es amarte como te amo, mas no me dejas;
tú no me dejas demostrarte antes que muera
y muero yo y mis mil seis noches en vela
esperando verte, mas tu umbría queda,
pues alzo la vista y tu penumbra aprieta
hasta –tumefacta– perder la entereza
por fiero laudo tuyo, el cual me golpea.

Tal es mi  única y lacónica esperanza:
 que ruede y reluzca la realidad
cual amanecer agónico
en su penúltimo
inspirar

…a… m… o… r…

por todas sus letras.
 
 
 
 

19 agosto 2015

Infieles





En pos de su corona,
una torda tarde,
fuego se prenden
dos amazonas.

La primera, atigrada;
la última, atormentada;
todo por un mozo
que a ambas tiene animadas.

Y todo por un mozo
cortado a doble cara:
La una, asalvajada;
la otra, hecha un destrozo.




Mas en medio, una alianza
sellando un compromiso,
firme y no movedizo
que sita ante el balandrán

a la más esmirriada,
mientras la otra –intrusa–
la miel degusta
en sus caderas caramelizadas…

Doble traición fue consumada.
No hay limen en la psicodelia.
La engañada en vano porfía
en que una vez sea respetada.


10 agosto 2015

Víctimas




De la más baja
o de abolengo,
a toda clase ataca.
Viciado alboroque,
pues ninguna escapa.
Como una espuerta
con tragedia cargan:
han de esconderse
cual si fueran ratas.
Hiere aún un insulto,
quema una cachetada,
mas sus conciencias
no serán mutiladas.
Dignidad tienen
y a algunas se la saca
un ‘matarife’
en cirugia macabra,
porque éste… ¡Ay, éste!,
carece de alma.
¡Qué pena, grande pena!
Ese ‘monstruo’,
a muerte, las condena…