Gota a gota suma las palabras
que directas le llueven del alma,
mas por poder no podiá salvarlas
del anatema de su anagrama.
Trova a trova las que lloviznaban
preludio fue de grande tinada,
pues aunque griten quedan calladas
en una voz que no dice nada.
Letra a letra caen cual gran cascada
y en ágil salto fueron la almohada
de muy pura blancura ariana
que a apoyar el oído tentaba.
Diluvio a diluvio era llamada
‘donna’ en tres tiempos la PALABRA:
al primero, se quedó PArada;
al segundo, la espera era LArga
y al tercero, ya se puso BRAva
pues por un desliz la llevó el agua.
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