26 febrero 2015

Mundo difuso






Cada día gobierna
el Sol el horizonte, aparentemente
libre hacia poniente;
mas muy cierto es: su Mundo le ignora,
pues quiso Éste ser
alumbrado por la sombra.
 
Ella, seductora y coqueta,
a todos enciende.
Tanto que, por rozar su orbe, el norte pierden;
¿dónde el amor ésta roba
llegando a ser, funestamente,
dueña suya y señora?

Violencia y pena
duramente recogen,
y, de ello, dulcemente
de comer dan a su prole:
generación es de deshonra,
perdida es, en su cueva, un mito sin su caverna.

¡Oh, Mundo, que igual siento!:
mi mañana en noche torna,
mi luz resultó una sombra
y mi mente todo ignora.


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