La frialdad en la sociedad actual. ¿Habladurías o es un hecho?
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La frialdad en la sociedad actual. ¿Habladurías o es un hecho?
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Cuando vas a mi lado
Más me asemejo
A la Rosa de los vientos,
Pues mi flecha al norte
Cree que dispara, pero en verdad
Apunta en particular
A ningún sitio, siendo
Puro vicio de un tálamo
Sin hipo a ritmo continuado.
Cuando vas por delante
Pareces regirte a golpe
De mazo justiciero
Con ganas de encerrar
En su propia cárcel
A mi yo más fiero.
Vengo entonces con mi abogado
Del diablo y su infame alegato
Para sacarte de quicio sin justo juicio.
Cuando vas por detrás...
¡Puro fandango!
Que mis palmas en comparsa
Acompasan y en cadencia toman
El golpeo de tus manos en la caja
Al llorar las cuerdas sus notas
Cuando soy muñeca de tu guitarra.
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¿Incluirla también en el programa oficial de estudios?
¿De qué manera la tecnología está cambiando nuestra manera de relacionarnos?
Descúbrelo aquí:
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https://x.com/2radiocomplices/status/1894804677386006960
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«Déjame ser la persona
Que por ti beba los vientos,
Que por tu nariz se cuele
Por ser tu único sustento.
Ábreme esa tu ventana,
Será nuestra puerta al cielo
Donde podremos levantar
La rampa hacia los sueños.
Eso me gustaría ser,
Para envolver tu cuerpo
En días de abrasante
Calor que rompe el silencio.
Eso me gustaría ser,
Silicio que huela a viento.»
Tú, edificio acristalado conocido por jugar con el tiempo y otros amigos, de puertas afuera, pareces robusto, mas te sabemos frágil, transparente, indefenso; en efecto, ausente... a pesar de abierto prodigarte.
Por inquietarte, ni los rayos solares, a quienes tratas indiferente. A los ecos vespertinos, gran vacío les haces: los dejas en fila correr hasta que atrapado contigo queda el último; paso musí su camino incierto, ya errante.
Y la noche... Cuando ella llega, se asoma y asienta, de pronto te opacas, enmudeces en sombras que son tuyas y no alojas, aunque lo ameriten. Las rehúyes y conviertes en cortinaje perfecto de suave y dúctil tacto, que engalana la nostalgia irradiada por los crípticos ojos de una noctámbula luna, ya menguante en tu inconfeso delito y... capricho: que tú, Destino, rehúsas dejar de ser niño...