16 octubre 2014

Sin Distinción









Así, como cabezas de ganado
ante dos espeluznantes apriscos,
siendo maños o quizá navarriscos,
igualmente sí somos arrojados.

Señor, evite usted ir apegado
a la tenaz garra del “basilisco”;
no podrá nadie librar el pedrisco
porque dados somos más al pecado.

El Hades, llamábanle el angustioso,
con su eterna voracidad pedante
siempre aguarda al malhechor talentoso.

La que es su esposa, además, comandante
Muerte tiene por nombre tenebroso,
pues quiera o no, siempre va por delante.




Todo es Nada







Después de toda una vida
de trabajos y esfuerzos llena
solo el vacío queda, una nada
que pasa a ser nuestro todo.

Nada entiendo, pues lo entiendo todo:
Una dupla macabra,
pues al fin y al cabo
nada es todo y todo es nada.
Uno, uno solo,
vacío lo llaman, mas
es algo, es un todo
al que aferrarse cuando ya no hay nada.

Y no queda nada en el horizonte,
ya lo he visto todo y no he visto nada.
Qué tengo que ver sino el vacío,
un espacio de todo y nada lleno.

Medallas no llueven, todo lo serían ellas;
mas, de nuevo, no representan nada.

Un admirable silencio
que todo lo envuelve,
que el vacío todo llena
ese gentil compañero.

De aquella es pionero.

Incorpórea ella,
no es nada y lo es todo,
es un vacío que no habla,
pero que siempre me acompaña.

Es mi consuelo.

En la fortuna pienso entonces
que tengo y no merezco.
Si vocifero la tengo a ella,
nada dice.

Escucha Ella.








Elucubraciones del Desamor









“Si no hay ya amor en el universo,
el sueño no soñado está cansado…
Mas no lloro, ya que todo es un beso.

Sólo un dilema: ¿vencido o ganado?
No se escribirá ya más ni un verso…
Quizá en el fondo es lo mismo, es pasado.

A lo segundo y primero soy averso,
pues batallando estuve y fui quemado.
Valdría más por ello ser converso,
dejando de estar apesadumbrado.

Aunque lo cierto de todo es perverso,
realidad es que ser y ser amado
es lo único que no tiene reverso,
pureza y franqueza ya nos es dado.

Inmerso me quedé en mis pensamientos

como un pez dentro del agua envarado,
el cual finalmente quedóse terso.

Como ese pez quiero, soy y soy amado
para no quedarme nunca disperso,
sin tampoco ser vencido y ganado”.




El Fruto Prohibido








Como el aleteo de un colibrí
palpita un corazón
que, otrora, hallose prendado de ti.
Juguetón fue y con razón,
pues aún su alma pueril
perseguía una obsesión,
y de forma muy sutil:
una casquivana libación.

Pero de súbito me conmoví
al conocer la admiración
que por aquel sentí
al verlo lastimado por tal tribulación,
una que mostró su perfil
de tremenda destrucción.
Mas supo él, al fin,
resistir a tan intensa situación,
la cual, le impedía vivir.

¡Vuela alto amigo tan gentil!
Así encuentres salvación
en tu ir y venir.
Mientras, voy y vengo así mismo,
mas de un solitario jardín
perdido hoy en la memoria
de una “anciana” ya senil.




Sueños



Yendo entre hormigones laberínticos
colmados todos estos de cánticos
solemnes unos, alegres otros no más
que un rimbombante entremés patético
simulando cual melindroso y escéptico
ilusiones de plástico hechas,
no vaya a ser que nos den sorpresas
mal dadas, además de indefensas.

Eso decía una voz por ofensas
causadas al lidiar una afrenta
con un amargo sabor a menta.

Veterana ella en luchas violentas
que, por amor, cayeron a saetas.
Ardiente, también doliente flecha
clavada va en semejante brecha,
hendida ésta en su sombra siniestra,
pues sólo en un momento se muestra.

Ande, madre, y fríame a pellizcos
así me despierte ya de un brinco
y empiece de nuevo -lo suplico-
otra vida llena de añicos…