El viento vuela y viene
cargado de otoño
Y con ramas desnudas peina
Las hojas de su cabello revuelto.
Y con la lluvia lleva
frescos nutrientes
A sus campos fértiles
De raíces sembrados
Con futuros castaños
Que con ser madroños...
Sueñan.
¿Hito imposible el de esos románticos?
Lo que no saben o prefieren ignorarlo
Es que su prematuro y recurrente
Desabrigo será el amparo
De sus valientes inquilinos.
¿Por qué arrugar y poner rostros largos,
Castaños, si los ciclos vitales
Dependen todos de esos seres diminutos?
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