Calladas.
Hemos
estado calladas.
Calladas
aguantando en la sombra,
¿de
quién? De otra humana:
Violencia
la llaman.
Por
la sombra de un puño eclipsadas
o
un insulto o un grito o una patada,
pues
las hay cuya vida es defenestrada.
Lloros,
lamentos…
Éstos
silencian su alma
mancillada,
contrahecha,
ajada…
¿Por
qué no dicen nada?
¿Por
qué no hacemos nada?
Un
soplo, una escucha, una llamada…
Algo
dentro regurgita, oprime, anega, contagia
la
magia del miedo,
que
para pulsaciones de la carne mermada…
De
sueños rotos su historia,
promesas
cumplidas de frágil creencia:
proclamas,
marchas, pancartas que protestan
para,
finalmente, una cifra.
¿Cuál?
La
de una más enterrada:
una generación, una familia, una hija y una mujer,
calladas.
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