02 septiembre 2015

El Pez enamorado




Mientras el cielo permanezca en blanco,
se quebrarán mis ‘espejos’ de tanto ‘llover’,
pues cuanto más quiero e intento odiarte,
más te quiero y poder quisiera querer
el ánima, imbuida por toda su desnudez;
que si Barrabás el pan del pobre robaba,

el pobre
y
mío corazón
hurtabas

cual carterista del amor que de ello se jacta
y en su plexo de esparavel me embrollaba,
convertida ya en pez.

Mientras el cielo permanezca en blanco,
turno ës de rumiar mi mayor condena
que es amarte como te amo, mas no me dejas;
tú no me dejas demostrarte antes que muera
y muero yo y mis mil seis noches en vela
esperando verte, mas tu umbría queda,
pues alzo la vista y tu penumbra aprieta
hasta –tumefacta– perder la entereza
por fiero laudo tuyo, el cual me golpea.

Tal es mi  única y lacónica esperanza:
 que ruede y reluzca la realidad
cual amanecer agónico
en su penúltimo
inspirar

…a… m… o… r…

por todas sus letras.
 
 
 
 

19 agosto 2015

Infieles





En pos de su corona,
una torda tarde,
fuego se prenden
dos amazonas.

La primera, atigrada;
la última, atormentada;
todo por un mozo
que a ambas tiene animadas.

Y todo por un mozo
cortado a doble cara:
La una, asalvajada;
la otra, hecha un destrozo.




Mas en medio, una alianza
sellando un compromiso,
firme y no movedizo
que sita ante el balandrán

a la más esmirriada,
mientras la otra –intrusa–
la miel degusta
en sus caderas caramelizadas…

Doble traición fue consumada.
No hay limen en la psicodelia.
La engañada en vano porfía
en que una vez sea respetada.


10 agosto 2015

Víctimas




De la más baja
o de abolengo,
a toda clase ataca.
Viciado alboroque,
pues ninguna escapa.
Como una espuerta
con tragedia cargan:
han de esconderse
cual si fueran ratas.
Hiere aún un insulto,
quema una cachetada,
mas sus conciencias
no serán mutiladas.
Dignidad tienen
y a algunas se la saca
un ‘matarife’
en cirugia macabra,
porque éste… ¡Ay, éste!,
carece de alma.
¡Qué pena, grande pena!
Ese ‘monstruo’,
a muerte, las condena…



 



08 agosto 2015

El Mundo en Zozobra








Así como del árbol mima las hojas,
cabalga el viento rompiendo las olas,
 que estampan so la trémula roca  
-de entre todas- su furia más loca,

                               la 
                                    sensación
                                                       de 
                                                              zozobra

es intempestivo esfuerzo
de un colectivo embaucado,
no por trucos ni mancias,
sino su estolidez propia.

Mayoritariamente, sólo hay un aprieto:
Dícese que habrá un momento
en que a ver la vida nos sentemos…
Mas, ¿no será Ésta la que se siente a vernos?

Pues de paso estamos, mas Ésta es ente quieto.

               Si no,
                          ¿a qué,
                                        de la 
                                                   Tierra,
                                                                 el movimiento?