24 enero 2015

Quisiera


Si de rescatar eres capaz
los pedazos de mi corazón,
¿sólo así regresará el amor?

Quisiera tu pelo verte acariciar
para así luego verlo centellear.
Quisiera cual agua tus besos filtrar
y así mi sed de ti poder refrescar.

Quisiera a mis párpados encadenar
la corriente gélida de tu mirar,
pues mi cráneo arde porque tú ya no estás.
Se place mi alma en el gozo de infamar.

Rehúyes mi rostro como cae uno en traición,
lo peor es no saber que trae maldición.
Porque amarte así acabó en crucifixión.

¡Oh mundo cruel! Mófate en mi perdición,
que aunque tarde, a mí me darán la razón:
quizá sea el cariño el que existió entre dos.

Existencia


Través de una perlada cabellera,
muriendo va la vida y viviendo la sombra viene...
La mente sueña, pare un vientre,
¿de qué se sonroja la gente?
¡Si no son cosas normales!

A la luz la oscuridad le sigue,
Mentira, son cosas banales.
¿Qué hechizo hay y lo consigue?

Sabiendo lo otro y también lo uno,
¿qué nos impide escuchar el ahora
si es también nuestro mañana?

Son cosas de la estupidez humana…


21 enero 2015

Caricias no halladas





                                      Cuando en Enero estalla
 el cielo en cántico incesante,
 es la ilusión de madurez de noble
 conciencia de un caballero
 ilustre. Mas cuando la Soledad
 se vuelve su infame compañero
 ni un solo instante habrá más de equidad.

 Y es que es simple y tanto que parte el alma
 ese enorme colofón devenido en arte,
 que tirria arroja su harén de amantes
 no por ser grácil ni lisonjero.
                                              
 Futuro, fruto y vida amarra
 a equilibrio, a duras penas, incierto
 o si cabe al menos, excitante
 por suerte en brazos amparado de la ambigüedad.
 ¿Le seduce entonces la iniquidad,
 que a todas niega y al tiempo reclama?
 De un hombre será el deseo,
 que de aquí a allá vaga averiguando su “reflejo”.

08 enero 2015

Gracias al Cielo



Le dio las gracias al Cielo
porque en su rostro escondió el llanto
agrio, cual agua de pomelo
exprimido recién el santo
a un valeroso torero.

Ante el peligro, no sé cuanto,
estuvo y contuvo el aliento
como estoica torre de amianto,
estragos labrando en derredor
una tormenta arreciando.

Como un hombre en desconcierto,
huérfano y desamparado,
la única muestra de afecto
en un cachete la ha hallado.
Reo éste y sin saber su yerro,

arriba a veces y otra abajo
su desahuciada alma es del cuerpo,
yendo a la par sus dos extraños,
cayendo aquel cual peso muerto
por la espada de un “cosaco”.

Triste final para el talento
que de por sí rezumaba su hado,
pues sin piedad se llevó el viento
su recuerdo, su acorazado
y su juicio en un solo tiempo.

29 diciembre 2014

Silenciosa Espera


Cuando pelirrojos los árboles vuelven
momento es ahora de emprender viajes verdes,
carpetazo dando a las hojas perennes
que raso dejan al humus indeleble.

Ramas fantasmales desnutridas quedan
sin su envoltorio. Agónica estampa apela
medio en de campos cenagosos que ruedan
hacia primavera, en aires de nueva era.

Silenciosa espera se escurre en las sierras,
aguardando una caricia limosnera
de vendaval en forma que traiga entera
una Luna que todas mueva las mareas

y que a esos tristes y desnudos rebeldes
reemplazadas les sea las que la intemperie
con fuerza extirpó a esqueletos incoherentes,
cual gota a gota, desarraigo mordiente

de hoja en hoja, rama a rama, se revela
en revuelo violento que entró de oriente
la cobriza ceniza en traza reciente
que de corcho a espectro plateado ya suena.


20 diciembre 2014

Las Heridas del Corazón



Son tantas las heridas del corazón
que a modo de puñaladas inscritas
aporta cada una su interrogación,
pidiendo a una su terrible solución:

contesta, ¿qué somos entonces tú y yo?
Esta es la perpetua cuestión maldita
cual nunca ha habido de aquí a su fundación.
Sorpresiva, es causa ahora de ilustración:

qué somos, íntimos amigos somos
y tanto que a confidentes llegamos...
En enormes tomos albergábamos

días y noches a que aspirábamos
cuando, al fin y al cabo, nos decíamos
que "lo uno y también lo otro y amantes somos".