Cada vez que me ves pasar
Insistes en la misma pregunta:
¿Que qué me pasa, dices?
La misma vida me pesa y pasa
Porque pasé de mí y ahora es ella
La que me etraviesa con su lanza,
De palmo a palmo,
De muela a muela,
Sin templanza.
Haciendo conmigo una matanza.
Y la luna, al fondo, presidiendo la noche,
Mi noche, y quizá sea la última
Pues única es viendo mi sangre verter.
¿Y de verdad preguntas qué me pasa?
Más bien es tu abandono el que pesa
Y me pesa tanto o más que aquel
Desplante tuyo en ese amanecer
De ese tildado ya como fatídico día.
Entonces ¿cuál es la razón de ser,
Si a este paso hasta la nada me pesa
Porque con prosa avanza mi vida?
Hecho un poema ando en melancolía,
Insulsa compañía que, por hache o por be,
Desde que nací es fiel sombra a la vera mía.
Fdo.: El Maestro en el «Exilio».
No hay comentarios:
Publicar un comentario