15 octubre 2021

Uno, dos, tres... ¡Libertad otra vez!







«—¿Cómo te llamas?—Amal.
—Soy sargento de la armada española. Ven conmigo, que yo te protegeré mientras arreglamos lo de tus padres; pronto estaréis juntos».

…………


Uno: No sé leer, contar... casi, pero lo que sí sé es que me moría de ganas por que mis papás montaran en el avión conmigo. Justo hoy, 20 de agosto de 2021, me ha dicho el sargento que llevo una semana en España y que, junto con otros niños y niñas de mi edad, somos afortunados por haber conseguido huír de los talibanes que están arrasando nuestro país.

Dos: Como el resto, echo de menos sentir de nuevo bajo mis pies el calor de madre de nuestra tierra, pero sueño con que el sargento y sus hombres lleguen algún día a limpiarla de la sangre que la ahoga para plantar allí mi huerto, como siempre les he dicho a mis padres. Pero no están para ayudarme, son ellos los que necesitan ayuda. Rezo cada día como me enseñaron para que vuelvan pronto sanos y salvos, pero parece que es poco. No sabré leer, pero me aprendí de memoria algunas frases del Corán que cantaban mis padres. ¿Te cuento un secreto? Creo que en realidad esas frases son hechizos que harán que se salven de esos monstruos que no quieren vernos felices. ¿Tuvieron ocho años alguna vez?

Tres: Es 30 de agosto. Mis padres no llegan. El sargento me ha traído una muñeca de trapo. Me ha dicho que le ponga nombre, pero no sé cuál ponerle:
—Se te ve lista. ¿Qué es lo que más te gustaría tener en estos momentos, aparte de tus padres? Podrías usarlo como nombre.
—¡Gracias, sargento! Pues... vivir como antes, sin guerras ni monstruos. Vivir en «libertad otra vez».... Entonces... ¡Libertad la llamaré!

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