…Mal que pese, la vida seguía, su vida seguía, al igual que la que llevaba dentro a pesar de no evidenciarse aún. Y como bien reveló aquella noche tras haber ejercido de lavandera, ante la perplejidad de Musoke, su madre sustitutiva, realmente tuvo de su parte a la mismísima Providencia, dado que se le cruzó “un guía” en su camino, que la condujo hasta uno de los trenes subterráneos, con destino a la libertad…
¿Un guía?