28 abril 2018
27 abril 2018
26 abril 2018
Un día de fuego
Un día de fuego
Rabió y rodó y rugió
Sobre el terreno sediento
Inmenso mar encendido,
No por ascuas, sí suspiros.
Oligarcas del desprecio!
Gomas arduas de veneno
Arrojasteis a su pecho.
La muerte fue su vecino.
Los Ángeles, sus armeros.
Es amargo el destino.
Gozo halles, amigo,
Orgullo de tu pueblo:
Nuevamente, nace
Inocente infante.
Cobijo encuentres
Allende en el Cielo.
Sion lo llaman,
Inmortal por siempre,
Ordalía que sana.
Rabió y rodó y rugió
Sobre el terreno sediento
Inmenso mar encendido,
No por ascuas, sí suspiros.
Oligarcas del desprecio!
Gomas arduas de veneno
Arrojasteis a su pecho.
La muerte fue su vecino.
Los Ángeles, sus armeros.
Es amargo el destino.
Gozo halles, amigo,
Orgullo de tu pueblo:
Nuevamente, nace
Inocente infante.
Cobijo encuentres
Allende en el Cielo.
Sion lo llaman,
Inmortal por siempre,
Ordalía que sana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Ya era de noche. Ahora vuelve a serlo Y me doy cuenta ¡De que era un molino de viento! Cáscara de nuez Lanzada mar adentro En mitad del r... -
Hablar de Federico García Lorca es hablar de dualidad. E, irremediablemente, hacerlo de ésta es internarse ya no en un mar, sino un océano...
-
Ah, si fuese, si fuese siempre. (Verso original del poema PESO DE LAS SUAVIDADES, de José Domínguez Hoyos. *Aplicada una ligera modific...