29 diciembre 2014

Silenciosa Espera


Cuando pelirrojos los árboles vuelven
momento es ahora de emprender viajes verdes,
carpetazo dando a las hojas perennes
que raso dejan al humus indeleble.

Ramas fantasmales desnutridas quedan
sin su envoltorio. Agónica estampa apela
medio en de campos cenagosos que ruedan
hacia primavera, en aires de nueva era.

Silenciosa espera se escurre en las sierras,
aguardando una caricia limosnera
de vendaval en forma que traiga entera
una Luna que todas mueva las mareas

y que a esos tristes y desnudos rebeldes
reemplazadas les sea las que la intemperie
con fuerza extirpó a esqueletos incoherentes,
cual gota a gota, desarraigo mordiente

de hoja en hoja, rama a rama, se revela
en revuelo violento que entró de oriente
la cobriza ceniza en traza reciente
que de corcho a espectro plateado ya suena.


20 diciembre 2014

Las Heridas del Corazón



Son tantas las heridas del corazón
que a modo de puñaladas inscritas
aporta cada una su interrogación,
pidiendo a una su terrible solución:

contesta, ¿qué somos entonces tú y yo?
Esta es la perpetua cuestión maldita
cual nunca ha habido de aquí a su fundación.
Sorpresiva, es causa ahora de ilustración:

qué somos, íntimos amigos somos
y tanto que a confidentes llegamos...
En enormes tomos albergábamos

días y noches a que aspirábamos
cuando, al fin y al cabo, nos decíamos
que "lo uno y también lo otro y amantes somos".

19 diciembre 2014

Será mi Locura



Será mi trance, será mi locura
mas veré siempre tu hermosura.
Ni con talante ni compostura
podré toda admirar tu cordura

en aciagos tiempos colmados de amargura.
Serás sola tú la armadura
que a las “piezas” mantenga en moldura.
Eterna, lo bueno y malo en flexura,
milenaria ilusión que aún perdura

con el fin de a nosotros cambiarnos la textura
de indefensa piel sometida a tortura
por una impávida “mano oscura”
que a siniestro y diestro se apura
en acallar las voces con puntos de sutura.

Mas tu cálido aura me abraza en dulzura,
cual sufrida madre me acuna
en época de extrema frescura
que hasta levanta en uno ternura. 





16 diciembre 2014

Basta





Basta
de inmundicia de este mundo lleno,
en que el amor fraterno no es ya tan pleno.

Basta
de diplomáticos demonios del duelo,
quienes vienen aprisa malversando el Sueño.

Basta
de los que marcharon bajo el olvido,
bien si cabe para no perder el sentido.

Basta,
pues volverá alguien más valiente y su denuedo
que siempre se embelese del apego.

Basta
de sardónicas arengas y rezos
de sotana y alzacuellos mastuerzos.

  Basta,
por las deidades todas que ha habido,
y así “remonte” el mundo Su Partido.


08 diciembre 2014

Déjame

 
Déjame ser tu lienzo
para que en él pintes tus sueños.
Recuerda en pretéritos tiempos
la esencia de mis besos.

Mis ojos de ceniza se tiñeron,
mas cómo siento si preguntasen
contestaré que bien,
aunque a veces no me tenga en pie.

Momentos de luz y nitidez
estos ojos cual ángeles vieron
en un mundo guiado por ecos
de ciudades de vida enfermiza,
llena, hasta el punto en que horroriza.

Y es que el dolor no se amortiza:
Atados por lazos de púrpura espesura,
inanimados seremos
en la Idiosincrasia más absurda.

La esencia de mis besos
recuerda en pretéritos tiempos.
Y para que en él pintes tus sueños,
déjame ser tu lienzo.


12 noviembre 2014

Ráfagas de Poesía


Loable silencio reinaba en la alcoba
a la media noche en profusa sombra.

De faldones un murmullo
es el Río y su farfullo
al son de otoñales vientecillos.

De poesía iban ráfagas en farolillos
con sabor y aroma a panecillos,
cual dos amantes quebraban su mora
y no cesaron hasta su última hora…

¡Cuánta dicha respiraba la alcoba
con primor y sin más demora
tras haber despuntado la aurora!
Estos son los juegos de dos barquillos,
que, en el Río, hicieron su barullo
y entre ondas remaron con orgullo.

‘Para siempre este amor en apabullo’
-plasmaron éstos formando un capullo-
volviendo ambos al rumor que asoma
en las místicas riveras de Zamora…



06 noviembre 2014

Poeta escondido


           Para un poeta escondido
en honda fosa de sí mismo,
                                                y equivocado quizá de camino,


 ¿ha hallado tal vez su nido?


Luz cenital, cegadora y celadora de Cupido,
de tan radiante y sublime poderío
abre ahora tus verjas para unirte al destino,
de costumbre, sinuoso, suntuoso y frío.

Añora el poeta un romance novembrino,
uno que tuvo y dejó ir porque quiso.
Alergia tuvo a atarse en compromiso,
lo impedía, pues, su condición de mestizo.


Buscado ha sin ser correspondido


                                              mas estrella tuvo y con mucho tino:
 agradecido y a su honor sumiso
      una fémina vino, fue su luz y halló su nido.