26 marzo 2024

¿Del Espino al olvido?






¡Abuela, dime, abuela!

Recuérdame

Qué es para ti la nada.

¡Recuérdame, anda...!

Que el cambio es a mi mente

Lo que el Tiempo calla...


¿Lo que calla al Tiempo

O lo que a tiempo un Sabio dijo? 

¿Tres antifaces  a enmarcarla 

No van al Espino? 

Como viva en lo inerte, 

Está la que perenne esparce 

Recuerdos sembrados de olvido.  




16 marzo 2024

Bailar





Sácame a bailar bajo este cielo estrellado 

Y hagamos de Orión nuestro lecho de siesta. 

Sin esperar a la puesta, durmamos al Sol 

A ritmo de polca vienesa. 

¿O qué es mejor en tu opinión? 


Nosotros como horizonte sagrado, 

Mas ¿para qué esperar tanto 

Si este verde prado de aquí y ahora 

Nos apremia con todo su encanto? 

En modo alguno va a engañarnos. 

Sí convertirnos en aliados 

Y equilibrar fuerzas, sin vueltas. 


Deshojemos nuestra esencia con pasión, 

Desde lo profundo, desde el amor. 


Démosle al alma agua, constante fiesta. 

Démosle rienda suelta a la emoción. 


¡Bailemos, a bailar salgamos! 

A otra constelación, ¡saltemos de Orión! 

Una distinta, más especial: la nuestra, 

Hasta quedar, del baile, extasiados... 

 Mas sácame a bailar... bajo tu cielo estrellado...



07 marzo 2024

Llueve





Llueve. ¡Ya quisiera que de cada una de las cristalinas gotas germinara en mí una nueva tierra todavía más hermosa! De mi interior, las que asoman son tiernas rosas con  labios cincelados expresamente para retenerlas, cual si dolientes cántaros fueran.

Y llueve, acaso, ya con disfraz de doradas lágrimas cuando es tu sol el que sobre ellas se ampara, se espeja. Pero llueve, porque el cielo se derrama en la dicha de ver que puedes... ir más allá de tus ficticias fronteras. 

Llueve... Y llueve a fin de que en tu aventura no te detengas... prosperes. Despliega las alas que sepultaste en la nieve, para que no te doliera ignorar a sabiendas que el secreto de la vida eterna lo encerraste entre sus tersos pliegues, los de una piel que antaño hasta la locura adoraste. 

Sí, en efecto, te hablo a ti, mi yo del espejo, mi yo salvaje... Y te insto a dejar de ser mi reflejo que, por torpe, a aquella piel dejó correr sin conocer muy bien dónde ubicar el norte. 

Sí, llueve, y sigue haciéndolo, porque nunca nos atrevimos a decirnos te quiero... Dos palabras, un universo, animándonos a permanecer despiertos... Destino austero, desde entonces, es quien la quebrada suerte abriga.

Llueve... un millar de alfileres que al indeciso alba prenden; agujas, por cuyo ojo se inserta y enreda mi hilo de plata... 


13 febrero 2024

14 septiembre 2023

¿Tanto tiempo ha pasado?





¿Tanto tiempo ha pasado? 

Es curioso que tan sólo un segundo albergue tantos momentos, desde el mirlo que salta de rama en rama en busca de su juguete mientras es el crepúsculo quien lo baña. E igual las copas duermen sus hojas hasta el despertar del alba.

Pero, insisto, ¿tanto tiempo ha pasado? 

Canta el gallo a la espera del Rey Astro y sus rayos, cual trovador de juglaría, a que anuncie un nuevo día. Ramas de rayos, sus rayos, encendidas invitan al mirlo, mariposas y avispas a enredarse en sus licores, tintes que colorean la vida. 

Y en medio, yo, cual paria sin prisa, como observante de mí misma, veo en todo ello el afanado trasiego plasmado en mi ejército de hormigas que, por cierto, ¿son  quienes el tiempo cuentan y acuñan?